Depósitos de reserva

Depósitos de reserva

Mantén en forma tus depósitos 
 

Los Depósitos de reserva, de carácter obligatorio establecido en el Reglamento del Servicio, es uno de los elementos más comunes y sencillos que se encuentran en las instalaciones interiores y, a la vez, es la parte más vulnerable, por lo que es trascendental cumplir con un mantenimiento mínimo, que debería contemplar al menos los siguientes aspectos:

  • Inspección visual del agua. Periodicidad mensual.
  • Comprobación del cierre de la tapa. Periodicidad mensual.
  • Limpieza y desinfección. Periodicidad anual.
  • Comprobación del funcionamiento de los elementos de cierre y aislamiento: válvula flotador y válvulas de aislamiento o desagüe. Periodicidad anual.

La responsabilidad del mantenimiento de los depósitos domiciliarios corresponde a los propietarios de los mismos, según establece el art. 40 del Real Decreto 3/2023, de 10 de enero, por el que se establecen los criterios sanitarios de la calidad del agua de consumo humano.

  • Consejos para un buen mantenimiento

    • Los depósitos deben estar situados en lugares de fácil acceso para su limpieza y desinfección. Nunca enterrados ni formando parte de la estructura del inmueble, tampoco en terrazas donde les pueda dar directamente el sol. Se deben poder inspeccionar en todo su perímetro.
    • Deben estar tapados con una cubierta impermeable que ajuste perfectamente (cierre no hermético) y que permita el acceso al interior.
    • Para su construcción deben utilizarse materiales homologados por la Delegación de Industria para almacenamiento de agua para consumo humano.
    • Deben estar en habitación separada de cualquier riesgo sanitario (cuarto de basuras, arquetas de saneamiento, etc.) 
    • Debe disponer de un desagüe de fondo en la parte más baja, nunca conectado directamente al saneamiento.
    • Debe disponer de un rebosadero que permita la evacuación de eventuales reboses. El rebose deberá ser visible, sin conexión directa con la red de saneamiento.
    • La circulación de agua en el depósito ha de ser continua, entrando por arriba y saliendo por abajo.
    • El depósito ha de ser cerrado y las piezas y empalmes unidos a él han de estar también incomunicados entre sí.
    • Para evitar la proliferación de bacterias, ha de limpiarse al menos una vez al año con una mezcla de hipoclorito sódico y agua y un cepillo de cerdas duras. También se puede utilizar agua a presión. TEIDAGUA recomienda a las comunidades de vecinos establecer un contrato de mantenimiento con una empresa especializada.
    • Al realizar la limpieza, comprobar que no existen fisuras ni grietas, sellándose en caso de encontrarse, con productos de sellado que cumplan la legislación vigente.
    • Además se deberán instalar las adecuadas medidas de protección y señalización de punto de almacenamiento de agua para el abastecimiento, con el fin de que no se contamine o empeore la calidad del agua almacenada.

Para mayor información al respecto, pueden consultar la legislación vigente.